19 Diciembre 2015
“Aunque yo doy testimonio acerca de mí
mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de donde he venido y a donde voy”
Juan 8:14
El autor de un libro
científico a menudo hace referencia a otras obras. Citar sus fuentes es una
regla de honestidad necesaria, pues nada tiene autoridad por sí mismo; cada uno
debe referirse a lo que otros dijeron. Incluso los profetas de la Biblia no se
amparaban en su propia autoridad, sino que se empezaban diciendo: "Así
dice el Señor”. Pero Jesús habla de sí y sobre sí mismo porque ninguna otra
persona podía hacerlo.
Quienes lo escuchaban
se sorprendían a causa de su autoridad personal "Les enseñaba como quien
tiene autoridad" (Mateo 7:29) Él era la autoridad encarnada. No sólo la
verdad, sino que el mismo era la verdad.
En esa época un escriba
que deseaba llegar a ser un "rabí" tenía que estudiar no solamente
las Escrituras, sino también la tradición de los ancianos. Por eso los judíos
estaban sorprendidos de oír a Jesús
hablar con autoridad, sin haber seguido la ordenanza establecida por los
rabinos. Ellos preguntaban: "¿cómo sabe este letras, sin haber
estudiado?" (Juan 7:15). Pero Jesús no tenía necesidad de haberlas
estudiado pues Él es "La Palabra" hecha carne (Juan 1:14). Él era el
cumplimiento y la fuente de la misma. Jesús es el Hijo de Dios.
Amado padre gracias por
tus enseñanzas, gracias por este hermoso día que el bien, la misericordia y tu
gracia no se aparten de nosotros nunca. CristoJesús te ama.
J. L. C. B
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