18 Agosto 2015
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi
nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus
malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra”
2 Crónicas
7: 14
Uno de los grandes problemas que tiene el hombre para llegar a Dios es su orgullo, el hombre se cree grande y auto suficiente, se convierte en sabio según su propia opinión, lo peor de esto es que también ocurre frecuente mente entre el pueblo que invoca el nombre de Dios.
Este texto no está hablado del inconverso, está hablando del pueblo de Dios; hermano y/o hermana, Dios nos habla en este día, invitándonos, a venir delante de Él en oración, y en busca de la santidad y de esa grata comunión con el Señor para que seas realmente bendecido, y no hay mejor bendición que ser perdonado por Dios, porque esta bendición sobrepasa a toda bendición corruptible en este mundo perecedero.
“y se convirtieren de sus malos caminos”, ¿Es posible que estado en la congregación y participando de actividades estemos cruzando por malos caminos? La respuesta es “Si”, pues escrito esta “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Más los impíos caerán en el mal” (Proverbios 24: 16). La diferencia del justo y del impío, es que el justo vuelve a levantarse, no puedes “caer en el mal” y ser justo, si has caído y eres justo es porque te has levantado de nuevo; si eres de los que invoca el nombre de Dios, entonces debes: humillarte, buscarle en oración, que el rostro de Dios se refleje en ti y convertirte de tus malos caminos. Dios perdonará a todo aquel que así haga.
La promesa también incluye tu tierra, esto quiere decir que Dios está hablando de manera grupal; el gozo de la salvación que hay en ti debe contagiarse con los que están a tu alrededor para que tu entorno sea sanado, en tu familia, congregación, entre otros. No solo para los hermanos (as) decaídos y debilitados, pues también el que este firme mire que no caiga, no está excepto, el que es santo santifíquese más cada día. Amen.
Emmanuel Guerrero
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