19 Agosto 2015
“El Amén”
Apocalipsis
3:14
La palabra “amén”
confirma solamente lo que fue dicho antes, y Jesús es el gran Confirmador,
inmutable, para siempre es “el Amén” en todas sus promesas. Pecador, te
consolaré con esta reflexión, Jesucristo dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar” (Mateo 11:28). Si tú vas a Él, te consolará, “Amén” en tu alma,
su promesa será verdadera para ti. Él dijo de sí mismo en los días que estuvo
en el mundo: “No quedará la caña cascada” (Isaías 42:3). Oh, tú, pobre,
quebrantado y lastimado corazón, si vas a Él, te dirá “Amén” y eso será verdad
en tu alma como lo fue para cientos de casos en años pasados.
Cristiano, ¿No es de
gran consuelo para ti que no hay ninguna palabra que haya salido de los labios
del Salvador de la cual se haya jamás retractado? Las Palabras de Jesús
prevalecerán cuando el cielo y la tierra pasen. Si has podido adueñarte aunque
sea de media promesa, encontrarás que es verdadera. Guárdate de aquel que es
llamado “anulador de las promesas”, que destruirá mucho del consuelo de la
Palabra de Dios.
Jesús es “si y amén” en
todos sus oficios. Él fue Sacerdote para perdonar y para lavar una vez, y es
Amén como Sacerdote todavía. Él fue Rey para gobernar y reinar para su Pueblo,
y para defenderlo con su poderoso brazo; Él es Rey Amén, el mismo todavía. Él
fue profeta en la antigüedad, para predicar las buenas cosas por venir; sus
labios son muy dulces y todavía destilan miel: Él es un Profeta Amén. Es Amén
respecto a los méritos de su sangre, es Amén respecto a su justicia. Aquella
vestidura sagrada permanecerá bella y gloriosa cuando la naturaleza se
corrompa. Es el Amén en cada título que porta; tu Esposo, que nunca busca el
divorcio; tu Amigo, un amigo más fiel que un hermano; tu Pastor, contigo en el
valle de sombra de muerte, tu Ayudador y tu Libertador; tu Castillo y tu Alto
refugio, el Cuerno de tu fortaleza; tu Confidente, tu Gozo, tu todo y tu “si y
amén” en todo.
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