1 Julio 2015
“Yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal”
Hechos 18:
10
Mientras el Señor tenía
trabajo para Pablo en Corinto, la furia de la turba fue contenida. Los judíos
se oponían y blasfemaban; pero no podían detener la predicación del Evangelio
ni la conversión de los oyentes.
Dios tiene poder sobre
las mentes más violentas. Dios hace que la ira del hombre le alabe cuando
irrumpe, pero manifiesta aún más Su bondad cuando la reprime; y puede
reprimirla.
“A la grandeza de tu
brazo enmudezcan como una piedra; hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová,
hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.”
Por tanto, no sientan
ningún miedo del hombre si saben que están cumpliendo con su deber. Prosigan
con firmeza, como Jesús lo habría hecho, y quienes se oponen serán como una
caña cascada y como un pábilo que humea. Muchas veces los hombres han tenido
motivo para tener miedo, porque ellos mismos estaban temerosos; pero una
valiente fe en Dios aparta el miedo como son apartadas las telarañas en el
sendero de un gigante.
Nadie puede hacernos
daño a menos que el Señor lo permita. El que hace que el demonio huya ante una
palabra, puede en verdad controlar a los agentes del demonio.
Tal vez ya estén más
temerosos de ti de lo que tú estás de ellos. Por tanto, este nuevo mes, sigue
adelante, y donde esperabas encontrar enemigos, encontrarás amigos.
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