8 Junio 2015
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como
Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí
mismo por ella”
Efesios
5:25
¡Que provechoso ejemplo que les da Cristo a sus discípulos! Muy pocos maestros se podrían aventurar a decir: “si van a practicar mis enseñanzas, imiten mi vida”, pero como la vida de Jesús era la exacta reproducción de la virtud perfecta, puede señalarse a sí mismo como el modelo de santidad, así como el maestro de ella.
El cristiano no debe tomar nada inferior a Cristo como su modelo. Bajo ninguna circunstancia debemos estar satisfechos, a menos que reflejemos la gracia que estaba en Él. Como esposos, el cristiano debe considerar el retrato de Cristo Jesús y debe pintar de acuerdo con ese modelo. El verdadero cristiano debe ser un esposo semejante al que Cristo fue para su Iglesia. El amor de un esposo es especial. El Señor Jesús alberga por su iglesia un afecto particular que está sobre ella, por encima del resto de la humanidad. “Yo ruego por ellos, no ruego por el mundo” (Juan 17:9). La Iglesia escogida es la favorita del cielo, el tesoro de Cristo, la corona en su cabeza, el brazalete en su brazo, la coraza de su corazón, el centro mismo y el meollo de su amor.
Un esposo debe amar a su esposa con un amor constante, pues así ama Jesús a su Iglesia. Su amor no cambia. Puede ser que cambie la manifestación de su amor, pero el afecto es todavía el mismo.
Un esposo debe amar a su esposa con un amor duradero, pues “ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:39). Un verdadero esposo ama a su esposa con un amor efusivo, ferviente e intenso. No es solo producto de los labios. Amado lector ¿Qué más podría haber hecho Cristo en prueba de su amor que lo que ha hecho? Jesús tiene un amor gozoso hacia su esposa: Él aprecia mucho su afecto y se deleita en ella con dulce complacencia.
Creyente, te maravillas ante el amor de Cristo, lo admiras, ¿lo imitas también? En tus relaciones en el hogar ¿es la regla y medida de tu amor amar así como Cristo amó a la iglesia?
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