21 Junio 2015
“Y
postrándose a los pies de Jesús, le
rogaba que entrase a su casa”
Lucas 8:41
Jairo era el principal de la sinagoga, y como tal tenía a su cargo la administración de la sinagoga: Presidía la junta de ancianos o consejeros; era el responsable del buen funcionamiento de todo, desde la dirección del culto, la asignación de las obligaciones que cada uno tendría, hasta el mantenimiento del orden. Con todo lo encontramos buscando al Señor Jesús no por una situación concerniente a su trabajo, sino por una necesidad familiar, su única hija estaba enferma, y en ese momento era su prioridad.
Podemos resaltar en este pasaje que Jairo supo ir a la fuente correcta; Cristo Jesús, supo ir de la manera correcta; Se postró de rodillas. Supo pedir de la manera correcta; Le rogo… Pudo ir a otras partes, su condición económica, su posición social, su religión, entre otras cosas, se lo permitía, pero el, fue ante el que todo lo puede, Jesús.
Jairo llevo a Jesús a casa. No llevo muerte, llevo vida, y vida en abundancia. No tuvo en cuenta la multitud. Mientras Jesús camina a casa de Jairo dice el texto que todos lo oprimían, incluso una mujer lo detiene para ser sanada, en todo esto la hija de Jairo murió. No tuvo en cuenta su propia familia, uno de la misma familia, le dice “No molestes más al maestro” no tuvo en cuenta los problemas que parecen ya no tener solución; Las palabras más duras que Jairo oyó fueron, “Tu hija ha muerto” Pero contra todo Jairo llevo a Jesús a casa, superó todo, el trabajo como padre estaba hecho, lo demás quedaba en las manos de Jesús.
El tiempo que estamos viviendo hoy es un tiempo de muerte y nuestros hijos viajan en este tiempo en una travesía llena de riesgos, y esto me recuerda la historia de un niño que viajaba en un avión solo en medio de gente adulta, y allí sentado con toda la tranquilidad del mundo, llamo la atención de una adulto que le pregunta; ¿Hemos pasado turbulencias, tormentas, es de noche, y si no te has dado cuenta vamos en un avión, porque tan tranquilo y sin miedo? A lo que el niño le responde, ¿Por qué habré de tenerlo? Mi papá es el piloto del avión.
De esa manera se sienten nuestros hijos, o nuestra influencia sobre ellos produce dolor, inseguridad, temor, desconfianza, tristeza etc. Si usted quiere ser un padre tipo Jairo, tenga conciencia de Familia, sepa a donde ir en medio de las crisis, y todos los días, cada día, lleve a Jesús a casa.
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