30 Junio 2015
“Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola”
Deuteronomio
28: 13
Si obedecemos al Señor,
Él forzará a nuestros adversarios a ver que Su bendición descansa en nosotros.
Aunque esta sea una promesa de la ley, sigue siendo válida para el pueblo de
Dios, pues Jesús ha quitado la maldición, pero ha establecido la bendición.
Corresponde a los
santos mostrar a los hombres el camino mediante una santa influencia: no deben
ser la cola, ni han de ser arrastrados por aquí y por allá por los demás. No
debemos ceder al espíritu de la época, sino que hemos de forzar a la época a
que rinda homenaje a Cristo.
Si el Señor está con
nosotros, no anhelaremos tolerancia para la religión, sino que buscaremos
sentar a la religión en el trono de la sociedad. ¿No ha constituido el Señor a
los miembros de Su pueblo como sacerdotes? En verdad ellos deben enseñar y no
ser aprendices de las filosofías de los incrédulos.
¿No somos hechos reyes
en Cristo para reinar sobre la tierra? ¿Cómo, entonces, podemos ser los siervos
de la costumbre, los esclavos de la opinión humana?
¿Has tomado tú, querido
amigo, tu verdadera posición por Jesús? Demasiadas personas están calladas
porque son reducidas, si es que no son cobardes.
¿Hemos de permitir que
el nombre del Señor Jesús sea mantenido en la oscuridad? ¿Acaso nuestra
religión ha de ir rezagada como una cola? ¿No debería más bien guiar el camino
y ser la fuerza gobernante en nosotros y en otros?
Aduéñate de esta
promesa este y todos los días “Te pondrá
Jehová por cabeza, y no por cola”.
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