22 Junio 2015
“Cuando venga en la Gloria de su Padre con
los santos ángeles”
Marcos 8:38
Si hemos sido
participes con Jesús en su afrenta, seremos participes con Él en el brillo que
lo rodeará cuando venga otra vez en gloria. ¿Estás tú, amado, con Cristo Jesús?
¿Estás unido de manera vital a Él? Entonces hoy estas con Él en su afrenta, has
tomado su cruz y has salido “fuera del
campamento llevando su vituperio” (Hebreos 13:13).
Sin duda estarás con Él
cuando se cambie la cruz por la corona. Pero juzga por ti mismo este día: si tú
no estas con Él en la regeneración, tampoco estarás con Él cuando venga en la
gloria. Si tú emprendes tu camino de regreso por el lado oscuro de la comunión,
no entenderás su periodo brillante y feliz, cuando venga el Rey y “los santos
ángeles” con Él. ¡Qué! ¿Hay ángeles con Él? Y, sin embargo, no levantó a los
ángeles, sino a la descendencia de Abraham. ¿Están los ángeles santos con Él?
Ven, alma mía, si tú eres efectivamente su amado, no puedes estar lejos de Él.
Si sus amigos y sus vecinos son llamados juntos para ver su gloria, ¿qué hay de
ti, si estás casado con Él? ¿Estarás distante?
Aunque habrá un día de juicio, no puedes estar
lejos de aquel corazón que, habiendo admitido ángeles en su cercanía, te ha
admitido a ti en unión. ¿No ha dicho de ti, oh alma mía: “te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia”? (Oseas
2:19). ¿No ha salido de su boca: “Yo soy tu esposo y me he deleitado en ti”? si
los ángeles, que no son sino amigos y vecinos,
estarán con Él, es muy cierto que su amada iglesia estará cerca y se
sentará a su mano derecha.
Acá hay una estrella de
la mañana de esperanza para ti, con tanto resplandor, que bien puede hacer
brillar la más oscura y desolada experiencia.
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