9 Mayo 2015

“Serán completamente saciados de la grosura de tu casa”

Salmos 36:8

La reina de Sabá estaba asombrada ante la suntuosidad de la mesa de Salomón. Se quedó sin aliento cuando vio la provisión de un solo día, y se maravilló de igual forma ante la compañía de funcionarios que eran agasajados en el banquete. Pero ¿Qué es todo esto ante la hospitalidad del Dios de gracia? Miles y miles de los pueblos son alimentados diariamente. Hambrientos y sedientos vieron con gran apetito el banquete, pero ninguno de ellos se va insatisfecho, hay suficiente para cada uno, suficiente para todos, suficiente para siempre.

Aunque la multitud que se alimenta en la casa de Jehová es incontable, como las estrellas del cielo, cada uno recibe su porción de carne. Piensa en cuanta gracia necesita un santo, tanta que nadie excepto en Infinito puede suplir para el día, y aun así, el Señor extiende su mesa no para uno, sino para muchos santos, y no por un día, sino por muchos años, y no por muchos años solamente, sino de generación en generación.

Observa el banquete del que habla el texto, los invitados al banquete de la misericordia son satisfechos, no más: “completamente saciados” y no con comida ordinaria, sino con grosura, la grosura peculiar de la propia casa de Dios, y tal banquete está garantizado por una fiel promesa para todos los hijos de los hombres que ponen su confianza bajo la sombra de las alas de Jehová.

Una vez pensé que si no podía sino obtener alas por las puerta de atrás de la gracia de Dios, estaría satisfecho, como la mujer que dijo “aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos” (Mateo 15:27); pero a ningún hijo de Dios se le sirve jamás de los restos y las sobras; como Mefiboset, todos comen de la mesa del Rey. En lo que respecta a la gracia todos nosotros tenemos la porción de Benjamín: diez veces más de lo que podríamos haber esperado y, aunque nuestras necesidades son grandes, con frecuencia nos asombramos ante la maravillosa plenitud de gracia que Dios nos da para que la disfrutemos.