5 Mayo 2015
“Y le hacía su madre una túnica pequeña y se
la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio
acostumbrado”
1 Samuel
2:19
Ana era una mujer que no se le había concedido el
tener hijos, a pesar de esto Elcana su marido la amaba, pero como toda mujer
Ana quería dar un hijo a su amado esposo, por lo cual ella oraba mucho a Dios a
tal punto de desgarrar su alma delante de Jehová.
Qué lindo es cuando una madre anhela a su hijo, cuando
este es esperado y más aún cuando este es pedido a Dios. Por lo que leemos en
las primeras línea del libro de Samuel capitulo uno nos damos cuenta que Ana
era una mujer entregada a la comunión personal con Dios, que ejemplo más lindo
el que nos da a todos aquellos que anhelamos que milagros ocurran en nuestra
vida.
Dios nunca va a rechazar una oración como la de Ana,
de esas oraciones que suben al cielo y que llegan como un olor grato delante
del Señor, al tiempo Dios se acordó de Ana y respondió su petición, ella dio a
luz a su primer hijo y le puso como nombre Samuel, porque dijo: “Por cuanto lo
pedí a Jehová”.
La vida de un hijo va ir marcada desde antes que
nazca, nosotros que ahora tenemos el conocimiento de Dios tenemos que orar por
nuestros hijos antes que nazcan. Ana es un ejemplo de Madre que anhelaba un
hijo, pero más allá de todo eso anhelaba servir a Dios a tal punto que decidió
entregarle por completo la vida de su hijo para que le sirviera a Él.
Podemos leer en el versículo del inicio como Ana cada
año hacia una túnica especial para Samuel y se la llevaba al templo en donde
Samuel era un digno servidor de Dios. Nada en la vida de Samuel hubiera pasado
si él no hubiese tenido una madre tan entregada y sensible a la voz de Dios, he
ahí el hecho de que Samuel también fue sensible a la voz de Dios a tal punto de
ser uno de los grandes de la Fe.
Que honor tan grande para nosotros tener también una
madre sensible a la voz de Dios, damos gracias a Dios por este día en que nació
nuestra madre.
Querida madre hoy queremos recordarte que te amamos,
hoy nuestro regalo es mostrar el fruto de lo que has sembrado en nosotros, con
amor eterno, te amamos.
"En honor a nuestra querida Paulina Narvaez"
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