10 Mayo 2015
“Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó
una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al
niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río”
Éxodo 2:3
Jocabed tuvo un papel
importante para que el propósito de Dios se cumpliera en Moisés, Jocabed era
una mujer como todas, con amor hacia sus hijos, dispuesta a cualquier cosa para
preservar la vida de su pequeño hijo.
La mayoría de madres no
se dan cuenta de la importancia que tienen para que los propósitos de Dios se
cumplan en las vidas de sus hijos y no las culpo. Ellas tratan con todo amor de
criar a sus hijos, de educarlos lo mejor que pueden para que sean hombres y
mujeres de provecho, pero llega un momento en donde todo ese sacrificio y esa
dedicación tiene su premio, pues tu nunca sabes si en tus brazos tienes al
próximo caudillo que Dios utilizara para un fin.
El amor desmedido de
Jocabed por su hijo fue el arma que Dios utilizo para proteger la vida de
Moisés, Jocabed tuvo su premio, puesto que a pesar que la hija de Faraón tomo
posesión de Moisés, Jocabed estuvo cerca de el por mucho tiempo, amamantándolo
y criándolo.
Toda madre influye
directa o indirectamente para que los planes de Dios se cumplan en sus tan
queridos hijos, por esa razón cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad
de honrar a nuestras madres, de obedecerlas y de bendecirlas, puesto que ellas
han dedicado los primeros años de vida para cuidarnos y protegernos, sin que
eso hubiera pasado no pudiéramos estar acá, ni escribiendo, ni leyendo. Tal vez
tú digas: “Yo no tuve una mama cerca”, y quizá así lo quiso Dios, pero alguien
tuvo que fungir con esa función ya sea tu padre, tu tía, tu abuela o alguien a
quien Dios envió para que te cuidara y te protegiera y ahora estés gozando de
una vida llena de bendiciones de parte de Dios.
No te olvides este día
de honrar a tu padre y a tu madre.
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