29 Junio 2016
“No digas: yo me vengaré; espera a Jehová, y
él te salvará”
Proverbios
20:22
No tengas prisa. Deja
que la ira se enfríe. No digas nada ni hagas nada para vengarte. Con seguridad
actuarías neciamente si rompieras lanzas y pelearas tus propias batallas; y,
ciertamente, no mostrarías el espíritu del Señor Jesús.
Es más noble perdonar,
y dejar que la ofensa pase. Dejar que un agravio se encone en tu pecho, y
considerar la revancha, sería mantener abiertas las viejas heridas y provocar
nuevas heridas. Es mejor olvidar y perdonar.
Tal vez digas que has
de hacer algo, pues si no serías un gran perdedor; entonces haz lo que la
promesa de esta mañana aconseja: “espera a Jehová, y él te salvará.” Este
consejo no te costará un centavo, pero es sumamente valioso.
Ten calma y
tranquilidad. Espera al Señor: cuéntale tu agravio: extiende la carta del
Rabsaces delante del Señor, y esto, en sí mismo, será un alivio para tu mente afligida.
Además, cuentas con la promesa: “y él te salvará”. Dios encontrará la manera de
liberarte. Cómo lo hará, ni tú ni yo podríamos adivinarlo, pero lo hará.
Si el Señor te salva,
eso será mucho mejor que meterte en altercados mezquinos y cubrirte de
inmundicia al luchar con los inmundos.
Ya no estés más
enojado. Entrega tu caso al Juez de todo.
Comentarios
Publicar un comentario